La iglesia, de estilo románico, tiene una sola nave con ábside y tejado a dos aguas. El patio de la iglesia está pavimentado en piedra. El paramento del muro en bloques cuadrados de piedra local es un ejemplo típico de albañilería altomedieval, que data del siglo XI, al igual que los arcos ciegos. A partir de 1309, fue remodelada y ampliada varias veces, y en 1333 se construyó un poderoso campanario, con cuatro ventanas lanceoladas simples en la parte superior y merlones gibelinos, con una función defensiva y de avistamiento, además de religiosa.

El interior fue renovado en el siglo XVII con el presbiterio elevado por un escalón y una balaustrada y aedicula de mármol para los santos óleos de la escuela civitalesca.

El muro interior del ábside está cubierto de estuco y pinturas al óleo, al igual que el techo  artesonado.

En la entrada, una magnífica pila de agua bendita con el escudo de Bonvisi, obra de Vincenzo Civitali (1589) y, sobre la puerta, el órgano del siglo XIX.

La sala contiene importantes obras de arte, entre ellas el óleo sobre tabla "Virgen entronizada y santos" (que representa la Virgen entronizada con el Niño, dos ángeles y los santos Bartolomé, Apolonia, Lucía y Juan Evangelista) pintado en 1478 por Vincenzo di Antonio Frediani, de Lucca, encerrado en un monumental edículo de madera con columnas doradas, predela, cimacio y luneto pintados y tallados por Zacchia il Vecchio en la primera mitad del siglo XVI y altares de madera con pinturas de Tiberio Franchi (primera mitad del siglo XVII) y los frescos de la tribuna de Pier Filippo Mannucci (1861).

En el salón parroquial se conserva una bella estatua de terracota policromada de San Bartolomé de la escuela de Lucca de finales del siglo XV.