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EMAIL: info@villaoliva.it
SITIO WEB: http://www.villaoliva.it
El origen y fecha de construcción de Villa Oliva no se conocen a ciencia cierta. El estilo arquitectónico del edificio hace pensar que se pudiera tratar de un proyecto de Matteo Civitali, un ilustre escultor y arquitecto luqués de la segunda mitad del siglo XV, cuya cultura se forjó en la escuela de la Florencia de Lorenzo de Médici. Es verosímil que el proyecto fuera encargado por la familia de los Buonvisi, dado que ya en 1593 Alessandro Buonvisi cita la villa en su testamento, entre los bienes que deja en uso a su mujer.
La villa se caracteriza, sobre todo, por su pórtico, que ocupa casi por completo la fachada, que da al norte, y cuyo diseño está planteado sobre un estudio de las proporciones y de la perspectiva típicamente renacentista. El pórtico está formado por cinco arcos de medio punto que se elevan hasta el segundo piso, sustentados en cuatro columnas de piedra gris que forman un conjunto armonioso, ligero y muy elegante. Su luz se abre en un prado recortado por dos setos de encina que confluyen en una pequeña fuente de ninfeas que hace de fulcro de toda la composición.
La villa tiene un parque que se extiende sobre alrededor de cinco hectáreas y presenta varios tipos de jardín. El de delante de la villa muestra efectos especiales de sorpresa y de movimiento, entre los que hay una “habitación de verdor” realizada con plantas de tejo y laurel. Al lado del boulevard de cipreses por el que accede a la villa se encuentra una hilera hecha de carpes vetustos cuyas cimas se intersecan para formar una bóveda de árboles que se conecta con la villa a través de una serie de pequeñas escaleras. Se trata de una pérgola única en su género que sustituye a estructuras análogas comunes en otros lugares pero formadas por plantas como vides, glicinias o jazmines.
Durante siglos, la Villa continuó siendo de propiedad de la familia de los Buonvisi, que tuvo entre sus miembros a tres Cardinales. Entre ellos, el más famoso fue Francesco Buonvisi, nombrado Cardinal por Inocencio XI en 1681 y ordenado Obispo de Lucca en 1690. Francesco fue nuncio apostólico en Colonia, Varsovia y Viena, donde defendió de forma insigne a la comunidad cristiana, amenazada por los turcos. Fuentes no oficiales cuentan que pocos meses antes de morir, en 1700, convocó un sínodo que se celebró en el salón en la planta noble de la actual Villa Oliva. Ya en 1661 también el Cardenal Girolamo Buonvisi había convocado un sínodo en la Villa, en el que al parecer participó el Papa Alejandro VII.
En 1800 se extinguió la familia Buonvisi, y desde entonces la villa cambió de propietario varias veces, hasta que, en el siglo pasado, la compraron los Oliva, una antigua familia genovesa, los actuales propietarios. En la Villa se celebran eventos musicales que dirige el Maestro Herbert Handt, en los que recientemente ha participado también Carla Fracci y el Maestro Menegatti.